El estudio

Este estudio, realizado en 2015 por la neuropsicóloga Sara García Herranz, evalúa a un grupo de cinco personas mayores con probable Enfermedad del Alzheimer (EA) en fase leve que participaron en un programa de estimulación cognitiva durante nueve meses. Durante el proceso, se observan mejoras significativas en las pruebas de fluidez semántica y en la calidad de la Figura de Rey, lo que sugiere un impacto positivo en el lenguaje y las habilidades visuoespaciales. Además, se nota una mejora en el estado de ánimo de los participantes.

Aunque este estudio presenta limitaciones, como el tamaño de la muestra y la falta de un grupo de control, los resultados respaldan la efectividad de la estimulación cognitiva en personas con EA en sus primeras etapas. Esta terapia ofrece esperanza a los afectados y a sus familias al proporcionar una forma de mejorar la calidad de vida y ralentizar el avance de la enfermedad.

En última instancia, la lucha contra la enfermedad de Alzheimer es un desafío continuo, pero la estimulación cognitiva se presenta como una herramienta valiosa en esta batalla. A medida que continuamos investigando y refinando estos enfoques terapéuticos, podemos vislumbrar un futuro más esperanzador para quienes enfrentan esta enfermedad debilitante.

La estimulación cognitiva

La estimulación cognitiva es una forma de rehabilitación neuropsicológica que se basa en estrategias de intervención diseñadas para reducir y mantener los déficits cognitivos en personas con patologías cognitivas, al tiempo que fomenta el aprendizaje de estrategias compensatorias para afrontar estos déficits. Esta terapia abarca una amplia variedad de técnicas y actividades, incluyendo la estimulación de la memoria, la comunicación verbal, el reconocimiento, el ritmo, la coordinación y el esquema corporal.

Aquí os dejamos dos estudios que ya hemos comentado y que también hablan de la importancia de entrenamiento cognitivo.